Piden 9 años de prisión para el joven de Tineo acusado de agredir a su novia en Cangas

Está acusado de maltratar a su pareja durante la relación y cuando ella quiso poner fin a la misma

Los hechos se remontan a diciembre de 2016

 

La Fiscalía del Principado de Asturias solicita 9 años de prisión para un joven de Tineo, J. M. V., acusado de maltratar a su pareja, la canguesa T. G., durante la relación que mantuvieron y cuando ella quiso poner fin a la misma, en diciembre de 2016. La vista oral se celebra mañana 30 de enero en la Audiencia Provincial, en Oviedo.

El Ministerio Fiscal sostiene que el acusado mantuvo una relación sentimental con la joven durante aproximadamente dos meses, conviviendo los fines de semana en Tineo, y que finalizó a finales de diciembre de 2016, a iniciativa de T. G., «debido al carácter agresivo, controlador y celoso que mostraba el acusado».

En su escrito la Fiscalía hace referencia a varios incidentes que habrían tenido lugar a lo largo de ese mes de diciembre. Así, en la madrugada del 23/12/2016, «cuando ambos se encontraban en casa, el acusado comenzó a recriminarla por una llamada de teléfono, iniciándose una discusión entre ambos, en cuyo transcurso el acusado la agarró por el cuello, apretándoselo. A continuación, cogió una estrella metálica (suriken) y se la pasó lentamente por el cuello varias veces, a la vez que insistía en averiguar datos de la llamada».

En la madrugada del 26/12/2016, la joven se despertó «al notar que el acusado, con quien estaba durmiendo, la estaba agarrando por el cuello, insistiendo en que le dijera con quién estaba soñando. A continuación, la levantó y la llevó al otro extremo de la habitación y le propinó dos fuertes puñetazos en el estómago».

Ninguno de estos hechos fue denunciado, ni tampoco acudió a ningún centro médico a curarse de las posibles lesiones.

Sin embargo, prosigue el relato de la Fiscalía, desde el último episodio y apoyada por su familia, tomó la decisión de romper la relación y así se lo comunicó al acusado la noche del 27 de diciembre. Éste, «reaccionó diciéndole que iba a bajar con un cuchillo a su casa, que iba a matarlos a todos, que iba a liar una muy gorda», llamándola varias veces a lo largo de la noche. Una de esas llamadas fue contestada por el hermano de T. G., «a quien el acusado dijo que le iba a cortar las piernas».

Agresión en Cangas del Narcea

Tres días después, el 30 de diciembre, cuando la joven fue a coger su coche, estacionado en Cangas del Narcea, se encontró con el acusado, que estaba acompañado de un amigo. Se dirigió a ella, con la intención de hablar «para arreglar las cosas». Ante la negativa de T. G., el acusado «le dijo a su amigo que se fuera, insistiendo en dar un paseo con ella y la condujo, cogiéndola por el hombro a un lugar más apartado».

Según la Fiscalía, una vez allí, y como la joven se negaba a darle su móvil, «el acusado la agarró fuertemente por el pelo y le propino un puñetazo en la cara, le clavó las uñas y trató de meterle los dedos en los ojos y en las orejas; después la sujetó por el cuello, apretando con fuerza». En ese momento, la joven comenzó a sangrar por la boca y le dio el móvil para intentar calmarlo, cesando entonces los golpes, mientras el acusado revisaba el teléfono.

Después, la llevó hacia un callejón más oscuro, «diciéndole que si se negaba la tiraba al río y mostrándose muy agresivo y vilento, la tiró al suelo y comenzó a darle patadas en la espalda y los costados, mientras la insultaba y la llamaba ‘hija de puta’. A continuación, la condujo de nuevo al coche y una vez en su interior continuó con la agresión, «metiendo la cabeza de la chica entre sus piernas y golpeándola repetidamente en la espalda».

En ese momento, explica la Fiscalía, llegó el amigo del acusado que trato de evitar, sin conseguirlo, que continuase golpeándola. Por el contrario, señalan, se ponía cada vez más violento, lanzando patadas contra el salpicadero del coche, causando daños en el vehículo.

Sobre las 21 horas, cuando la familia de la chica ya estaba alarmada por su tardanza, su hermano, junto a su pareja y el hijo de ésta de 2 años, se dirigieron a la zona del aparcamiento donde sabían que solía estacionar la joven. Al verlo, «y sin mediar palabra, el acusado fue hacia el hermano de la víctima y le propinó un puñetazo en la cara». Al advertir que el bebé se encontraba a bordo, trató también de abrir la puerta, «a la vez que les decía que iba a darles donde más les dolía».

Como consecuencia de la agresión, la joven sufrió lesión de las que tardó en curar 144 días, quedándole como secuela estrés postraumático de intensidad leve.

La Fiscalía considera estos hechos constitutivos de varios delitos de maltrato recogidos en el Código Penal, así como dos delitos de amenazas en el ámbito familiar, un delito de lesiones graves, otro de daños y un delito de lesiones leves y amenazas. Además, concurre la circunstancia de agravante de reincidencia en los delitos de maltrato, lesiones y amenazas.

Por todos ellos, solicita un total de 9 años y 4 días de prisión, privación del derecho a la tenencia de armas durante 13 años y 6 meses, prohibición de aproximarse a menos de 500 metros de la joven en cualquier lugar que se encuentre, así como de acercarse a su domicilio, lugar de trabajo o cualquier lugar que ella frecuente y de comunicarse por cualquier medio durante 15 años. La misma orden de alejamiento se da sobre el hermano de la víctima durante 4 años. El acusado tendrá que hacer frente, además, a una multa por valor de 4.200 euros y el abono de indemnizaciones por 6.545 euros, por las lesiones y secuelas de la víctima y los daños ocasionados al vehículo, más los gastos que se acrediten en concepto de asistencia médica.