La asociación cree que se permite «sin resolver los graves problemas asociados que tiene»
La Coordinadora Ecologista de Asturias ha criticado hoy la resolución de la Consejería de Infraestructuras y Medio Ambiente publicada hoy en el BOPA , por la que se otorga la Autorización Ambiental Integrada (AAI) a la instalación de la ‘Planta de tratamiento y depuración de purines de vacuno y aprovechamiento energético de biogás generado’, que la empresa Biogastur Generación ultima en Navia, en colaboración con Central Lechera Asturiana.
Desde la asociación ecologista señalan que la planta se permite, «sin resolver los graves problemas asociados que tiene» y sospechan que «acabara dando problemas como los que ya se están dado en Tineo de olores y vertidos».
La Coordinadora reconoce que los purines de las ganaderías de vacuno «son un problema ambiental en Asturias de primer orden». Según sus datos, las explotaciones ganaderas producen unos 7 millones de toneladas de purines que en gran parte no se pueden reaprovechar a la manera tradicional, convirtiéndose por tanto los que no se aprovechan en un residuo con un gran impacto medioambiental. «Los purines pueden contaminar el suelo por exceso de nutrientes (nitrógeno, fósforo y potasio), a su vez a las aguas continentales por sus nitratos, y la atmósfera por sus emisiones de amoniaco, metano y malos olores».
La organización señala que ya presentaron sugerencias al trámite ambiental ante la Consejería de Medio Ambiente y alegaciones a la licencia del Ayuntamiento «sin que ninguna de estas dos administraciones nos haya respondido a nuestros escritos, lo ha generado una clara indefensión por nuestra parte».
También apuntan que «el Servicio de Aguas del Principado había planteado numerosas deficiencias en el estudio presentado por la empresa para aceptar el vertido de las aguas del proceso al emisario de Ence, que también lleva las aguas de Industrias Lácteas Asturianas S.A. y tiene previsto llevar las del futuro saneamiento de la Edar de Navia-Coaña». A juicio de la Coordinadora, «la baja biodegrabilidad de las aguas del proceso y la imposibilidad de eliminar por vía biológica sus componentes nitrogenados, precisa de un tratamiento complementario».
Además añaden que «no está garantizada, con este nuevo vertido en el emisario, la seguridad de las personas que usen las playas de la zona, al carecer de un estudio de la calidad microbiológica del efluente, que permita verificar el cumplimiento de la normativa de calidad de las aguas para el baño en las zonas más próximas al punto de vertido del emisario y sus zonas de influencia en la costa al oriente de Navia».
También critican que «no se tiene en cuenta el impacto de los olores, y se intenta vender la desodorización prevista como alternativa suficiente para reducir el impacto olfativo del proceso, cuando es de sobra conocido que el proceso de carga y descarga no se hace en un espacio estanco donde se pueda garantizar el tratamiento de todo el aire de las instalaciones, lo que repercutirá en el aumento de la elevada contaminación olfativa que ya hay en la zona».
Por último, advierten de que «no se garantiza el tratamiento de los gases que se generan en el proceso de quemado del biogás en los motores y las fugas del proceso de biometanización y almacenamiento que, sin duda, repercutirá en aumentar la elevada contaminación del aire que ya hay en la zona».
Está previsto que la planta, que ha superado todos los trámites medioambientales, entre en funcionamiento en el segundo trimestre del año.
Imagen superior: Biogastur