Los desprendimientos obligan a cerrar la depuradora de Cudillero por seguridad de los trabajadores

Infraestructuras instalará dos nuevas barreras con un presupuesto de más de medio millón de euros

Los desprendimientos obligan a cerrar la depuradora de Cudillero por seguridad de los trabajadores 1Los desprendimientos de rocas que se han venido sucediendo desde febrero en la zona de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Cudillero, procedentes de un talud adyacente, han obligado al Consorcio de Aguas de Asturias (Cadasa) a paralizar temporalmente la actividad en la misma para garantizar la seguridad de los trabajadores.

Inicialmente, los daños habían afectado a los elementos relacionados con el acondicionamiento de los lodos, lo que llevó a enviarlos a la depuradora del Bajo Nalón, de manera que se mantuvo en servicio el proceso depurativo. La pasada semana se registraron otros desprendimientos en áreas que carecen de protección y que han dañado al edificio en la zona en la que se ubican las instalaciones eléctricas y de control. Ayer, martes 18 de junio, las rocas llegaron incluso a alcanzar la carretera local CU-3.

Por tal motivo, ante el riesgo que presenta la situación para los trabajadores que operan en la planta, se ha decidido suspender los trabajos en la instalación hasta que se acometan las obras de estabilización del talud.

Los desprendimientos obligan a cerrar la depuradora de Cudillero por seguridad de los trabajadores 2Con este objetivo, y con carácter de obra de emergencia, la Consejería de Infraestructuras tiene previsto instalar dos barreras dinámicas, de 20 y 50 metros de longitud, respectivamente. Estas dos barreras, junto a las que ya se colocaron en 2013, aseguran toda la zona donde se ubica la depuradora. Las obras se completarán con desbroces, hidrosiembras y mallas de triple torsión para evitar la caída de pequeños fragmentos. El presupuesto estimado supera el medio millón.

Durante la realización de los trabajos, cuya duración se calcula en cuatro meses, el agua residual se evacuará, tras un desbaste previo, a través del emisario submarino a 488 metros de la costa. Para ello, se adoptarán las reformas necesarias para que el personal solo acceda a la zona segura de las instalaciones.

No se espera ninguna afección a la calidad de las aguas de baño de las playas más cercanas. No obstante, la circunstancia ha sido notificada a la Agencia de Sanidad Ambiental para que lo tenga en cuenta en los controles que realiza y efectúe un seguimiento especial de la zona.