Dos obras de Juan Alonso de Villabrille y Ron, en el Museo de Bellas Artes de Asturias

Nacido en Argul (Pesoz), fue artista clave en la escultura barroca de principios del siglo XVIII

Hasta el 9 de mayo

El Museo de Bellas Artes de Asturias abre al público el espacio expositivo que albergará, durante los próximos meses, el programa ‘La obra invitada’ conformado, en esta ocasión, por dos esculturas de Juan Alonso de Villabrille y Ron (Argul, Pesoz, Asturias, h. 1663-Madrid, 1732) artista clave en la escultura barroca de principios del siglo XVIII.

Procedentes del Museo Nacional de Escultura (Valladolid), con el que en los últimos tiempos el Museo de Bellas Artes de Asturias ha estrechado su relación, llegan dos tallas policromadas de Juan Alonso de Villabrille y Ron que representan dos santos agustinos: Santa Rita de Casia y San Agustín de Hipona. Dos esculturas de casi 2 metros de altura en las que queda patente la destreza del creador asturiano en la consecución del verismo, tanto en los rostros como en las vestimentas, así como en la frescura y espontaneidad de los gestos conseguidos.

Dos obras de Juan Alonso de Villabrille y Ron, en el Museo de Bellas Artes de Asturias 1Las piezas, procedentes de la colección del Conde de Güell, fueron adquiridas por el Estado a sus herederos en 1985 pasando, a continuación, a formar parte de los fondos del Museo Nacional de Escultura.

Ambas obras fueron realizadas originalmente para el convento de Agustinos Recoletos de Alcalá de Henares (Madrid), en una fecha próxima a 1715. En el caso de San Agustín, Padre de Iglesia y remoto fundador de la orden que lleva su nombre, es representado como un monje, con el hábito negro y la esclavina en pico. Originalmente, la imagen se acompañaba de otra que, ubicada a la izquierda, representaba al niño Jesús. Esta combinación escenificaría el episodio del encuentro con el niño en el momento en el que éste intentaba inútilmente sacar el agua del mar con una concha, metáfora de la imposibilidad de explicar el misterio de la Santísima Trinidad. La presencia del niño junto a San Agustín explica, además, el gesto perplejo y la expresión de asombro de éste.

Dos obras de Juan Alonso de Villabrille y Ron, en el Museo de Bellas Artes de Asturias 2Por su parte, Santa Rita de Casia, monja italiana del siglo XV que fue beatificada en 1627, aparece también vestida con el hábito negro agustino, lleva toca blanca y velo, y calza las sandalias propias de la rama recoleta o descalza de las monjas agustinas.

A Santa Rita también le faltan los elementos o atributos que explican su expresión y actitud. En esta ocasión, se trata de un crucifijo que portaría en la mano izquierda y al que, como se puede apreciar, la santa mira compungida; gesto que da cuenta de su profunda devoción por la Pasión de Cristo. En este sentido, fue tal su deseo de compartir dicho dolor que milagrosamente se le clavó una espina del martirio en su frente, atributo presente en esta obra. En esta ocasión, aún es otro el atributo desaparecido: una gran palma de gloria, de la misma altura que Santa Rita, con tres coronas metidas como aros que sujetarían sus hojas.

Se trata, en definitiva, de dos monumentales esculturas que dan cuenta del dominio técnico y la habilidad creativa de uno de los escultores asturianos más importantes del siglo XVIII.

Con motivo de las llega de las esculturas de museo vallisoletano, se ha editado un folleto con un texto del Catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Murcia, Germán Ramallo quien, además, dará una conferencia en el Museo de Bellas Artes de Asturias el próximo 18 de marzo, a las 19 horas. Asimismo, la pinacoteca regional ha programado varias visitas guiadas y actividades varias dentro de su oferta educativa que tendrán a las tallas de Villabrille como absolutas protagonistas.

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