El Principado señala que el exceso de fallecimientos es inferior que en otras comunidades autónomas a pesar del envejecimiento de la población
Asturias es, por detrás de Melilla, la segunda comunidad autónoma del país que menos incidencia acumulada de la COVID-19 ha registrado en las últimas dos semanas. El consejero de Salud, Pablo Fernández Muñiz, ha cifrado la tasa en 2,25 casos por cada 100.000 habitantes, frente a los 14,59 de la media nacional. Fernández Muñiz ha calificado de “buena” la evolución epidemiológica del Principado durante esta fase 2 de la desescalada.
El consejero, que ha celebrado una videoconferencia con el grupo de trabajo constituido en la Junta General para el seguimiento y evaluación del coronavirus, ha valorado el sistema sanitario público. “Quizá hay quien lo ve únicamente como un gasto, pero ahora ha quedado patente lo que siempre hemos defendido, que es inversión en salud”, ha señalado al tiempo que ha destacado el trabajo de los profesionales, de los medios de comunicación y la responsabilidad de la población durante la pandemia.
“Con las tecnologías de la información como herramienta de trabajo hemos conseguido llegar más y mejor a quien lo ha necesitado”, ha subrayado Fernández Muñiz, que considera “esencial la telemedicina, que ha llegado para quedarse”.
En relación a los datos de mortalidad por el coronavirus, el consejero ha explicado que el exceso de fallecimientos en Asturias “es menor que en otras comunidades autónomas a pesar del envejecimiento de nuestra población”.
El sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria (MoMo) ha recogido 324 muertes en Asturias, mientras que el último Informe de Mortalidad con COVID-19 del Observatorio de la Salud cifra en 332 los óbitos. En ese sentido, el director general de Salud Pública, Rafael Cofiño, ha asegurado que “hay un balance casi perfecto de los indicadores de exceso de mortalidad entre el MoMo y el Sistema de Vigilancia Epidemiológica”. Y ha manifestado que “no se pueden dar datos diarios como si fueran partes de guerra porque hay que hacer controles de verificación que llevan un tiempo”.
En estos momentos, la tasa es de 32,55 fallecidos por cada 100.000 habitantes. La edad media de defunción es de 83 años y todos los fallecidos presentaban, al menos, un factor de riesgo previo.
Durante su intervención, el consejero también ha manifestado el “profundo sentir por las dolorosas pérdidas ocasionadas por la COVID-19”, y se ha referido a los profesionales sanitarios fallecidos a causa del virus. Fernández Muñiz ha trasladado su solidaridad con todas las personas afectadas por la pandemia y ha advertido del “riesgo real de un rebrote a medida que se vayan retirando las restricciones” relacionadas con la movilidad. El consejero ha apelado a la “prudencia, a no bajar la guardia, porque la pandemia no ha finalizado”, y ha insistido en “incrementar la cautela en cada nueva fase”.